Cuando tú
naciste A mi linda Daniela Cuando tú naciste, hermosa mañana, mediados de abril, Neiva despertaba, y el sol entonaba, Su nota febril. Después de una noche, esperando ansiosa Feliz, orgullosa con gran altivez Salió la cigüeña dejando en la cuna, una linda pequeña, y Escuché tu llanto por primera vez. Recuerdo tu ojos abiertos, inquietos. Miraban, tratando de ver. Ese mundo nuevo tan desconocido para una bebé. Eras pequeñita, tierna, delicada y como porcelana Tu preciosa piel. Al pie de tu cuna, sonó el Sanjuanero El himno del Huila, alegre y fiestero. Creciste escuchando tiples y bandolas, Guitarras sonoras, música sinfín, Voces que cantaban a los madrigales Y hasta los guaduales que tanto lloraban, Secaron su llanto para sonreir. Cuando te dormías, en suaves cojines, Eran tus "momines" que te acariciaban (a momine mío) Cuando se cerraban cargados de sueño Tus ojos de miel. Y junto a tu cuna, sin prisa ninguna, Velaba tu sueño, tu perrita fiel. (Bambi) Fue tu payasito (a payatito mío) Tu gran compañero De risas y llantos, de sueños y juegos Y al ir de paseo, siempre de tu mano Él era el primero. Va pasando el tiempo, Y atrás va quedando la niñita ingenua de lindos recuerdos. Tu vida ha cambiado, Hoy te encuentras lejos, Lejos de tu patria, lejos de tu pueblo. Hablas otro idioma, tienes otros sueños Y está despertando, la mujer dormida Que llevabas dentro. Que se funda en ella La tierna Daniela que aquí conocimos. Lo que en tí sembraron, Lo que recibiste. Nuestra niña opita, la que en su niñez, En húmeda alfombra, El río Magdalena se tendió a sus pies. |